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Hotel Navona
Hotel Navona

Lugares de interés

El hotel Navona se encuentra en el corazón del centro histórico de Roma, al lado de la Plaza Navona. Todas las principales atracciones turísticas se pueden alcanzar a pie, y es de hecho un punto de partida ideal para descubrir las maravillas de la ciudad eterna.

  • Plaza Navona 200 m - 3 minutos a pie
  • Panteón 280 m - 4 minutos a pie

  • Campo dei Fiori 500 m - 6 minutos a pie
  • Plaza Venecia 900 m - 11 minutos a pie
  • Fontana Di Trevi 900 m - 11 minutos a pie
  • Via Del Corso 900 m - 11 minutos a pie
  • Ara Pacis 950 m - 11 minutos a pie
  • Via Condotti 1000 m - 12 minutos a pie
  • Castillo Sant’Angelo 1100 m - 13 minutos a pie
  • Plaza de España 1400 m - 16 minutos a pie
  • Trastévere 1500 m - 17 minutos a pie
  • Plaza del Popolo 1600 m - 19 minutos a pie
  • Circo Máximo 1700 m - 20 minutos a pie
  • Coliseo 1900m - 24 minutos a pie
  • Ciudad del Vaticano 2300m - 30 minutos a pie
  • Museos Vaticanos 2500m - 32 minutos a pie



PLAZA NAVONA, ¡un poco de historia!

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La Plaza Navona es una de las más famosas plazas barrocas de Roma, construida en estilo monumental por orden del Papa Inocente X, de la familia Pamphili, para celebrar la grandeza de la casa.

Los elementos arquitectónicos y escultóricos de Bernini, Borromini y Rainaldi hacen de ella un patrimonio artístico cultural de gran excepción. En la plaza se pueden admirar:

  • La fuente de los 4 ríos de Bernini, que representa el Danubio, el Ganges, el Nilo y el Río de la Plata – los cuatro ángulos de la tierra;
  • La iglesia de Santa Agnese in Agone (se cuenta que fuese dedicada a una muchacha muerta en el estadio de Domiciano) fue inicialmente un proyecto de Girolamo Rainaldi, pero las obras continuaron bajo la dirección de Borromini, quién aportó algunos cambios al proyecto original. Finalmente la construcción fue completada por Carlo Rainaldi, hijo del arquitecto que comenzara las obras.
  • Los frescos de la galería del Palacio Pamphili de Pietro da Cortona que representan las Historias de Eneas


Además de estas grandes obras, se pueden admirar 4 espléndidos palacios: Palacio Braschi, palacio Lancellotti, palacio Pamphili, palacio Tuccimei y otras 2 fuentes: La fuente de Neptuno y la fuente del Moro, ambas construidas por Giacomo della Porta.

En los tiempos de la antigua Roma era el Estadio de Domiciano, construido por el emperador para celebrar los juegos atléticos griegos que apreciaba particularmente.
El nombre Plaza Navona deriva precisamente de estos juegos, denominados agones y por correcciones posteriores: de "agone" pasó a "in agone", "innagone", "navone" y finalmente "Navona".
Con forma rectangular, el estadio, del que se pueden admirar todavía algunos restos, medía 275 metros de largo, 106 de ancho, y contaba con capacidad para 30.000 espectadores.

Algunas leyendas giran alrededor de la Plaza Navona:

  • La primera es sobre la presunta rivalidad entre Bernini y Borromini: se cuenta que a dos de las cuatro estatuas de los ríos el maligno Bernini haya querido conceder especial protección contra la obre del adversario: al Nilo una venda en la cabeza para apartarle de la infeliz visión y al Río de la Plata una mano extendida para protegerse tal vez del inminente derrumbamiento de la iglesia; pero esta creencia es infundada, ya que la fuente se construyó antes que la iglesia (como es sabido, además, el Nilo lleva la cabeza vendada porque en aquel tiempo no se habían descubierto aún sus fuentes). Es verdad, en cambio, que en la fachada de la iglesia, la estatua de Santa Agnese tiene una postura que abre muchas posibilidades de interpretación, entre las cuales la de que la mano en el pecho y la expresión del rostro sean signos de desconcierto.
  • La segunda es sobre el uso de la plaza como lugar para las batallas navales. Se trata de una auténtica leyenda metropolitana, ya que en el mes de Agosto, para mitigar el calor, la plaza se inundaba. Antiguamente la plaza era cóncava, por lo que bloqueando los cierres de las tres fuentes el agua inundaba la plaza.

Hoy muchos artistas frecuentan la plaza y exponen sus creaciones; paralelamente ha nacido también la costumbre de realizar retratos (también caricaturas) para los transeúntes. La plaza se ha convertido en un lugar de encuentro y de actuación de artistas callejeros que hacen de ella, sobre todo en las horas nocturnas, uno de los puntos más vitales e interesantes de la ciudad.
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